sábado, agosto 30, 2008

El Caballero Oscuro (The Dark Knight): Batman resucitado

El Joker en El Caballero OscuroLa película, según mi particular criterio, está entre las dos mejores del año, un peldaño por arriba de "Wall·E" por la combinación entre pretensiones y ejecución. Es decir, la resolución de Wall·E es perfecta, pero también son mucho menores sus pretensiones y no lucha contra la tradición instaurada en torno a un superhéroe.

No diré que "El Caballero Oscuro" es perfecta, porque a ese grado aún no ha llegado película alguna, pero sí ha sido hecha con inteligencia, ritmo y sin concesiones de ningún tipo. Es densa, mordaz, con el número de acontecimientos justo para comunicar lo que pretende decir y sin que nada del montaje sobre. Y esto, en una película con una duración en el entorno de las dos horas y media es muchísimo decir. Hay que aclarar que encima la vimos con un jodido intermedio, que partió todo en dos cuando quedaba una hora. Me molestó porque no estaba anunciado, y porque interrumpía el ritmo. Aún así, la película consiguió meterme enseguida de nuevo en la acción.

Me gustó especialmente el contenido moral, y como la masa es manipulable hasta extremos absurdos. Como alguien que limpia las calles de delincuentes es juzgado y condenado por cada ciudadano de Gotham cuando toca a la gente de a pie correr peligro, como un solo hombre puede infundir terror a varios millones con acciones concretas y escogidas, como hasta las grandes personalidades pueden ser vulnerables a través de sus seres queridos y pueden llegar a sacrificarlo todo por ellos... La película ahonda en las complejas y al mismo tiempo corrientes personalidades de los superhéroes y de aquellos que, sin ayuda de tecnología o poderes, se oponen al mal. Sus fisuras nos ayudan a ponernos en su piel, a comprender porque hacen las cosas y que efectos tienen sobre los demás.

¿Qué decir sobre el Batman de Bale? Sin posturitas, sin estridencias, sin vuelos de cisne, sin piruetas estúpidas cara a la galería, sólo con miradas, gestos simples y mundanos, y toda la magia de un actor puro, consigue Bale dejar en la cuneta a todos sus predecesores, hasta convertirse en el ÚNICO BATMAN. Es una persona como otra cualquiera, salvo por su dinero -que obviamente ayuda, no veo a un currito de 8h salvando al mundo después de su jornada laboral- y su determinación, inquebrantable. Es humano, y en esta película se nota más que en ninguna otra. ¿Quién ve a Batman como un superhéroe ahora?

¿Y el Joker? Aunque suene maligno o interesado, ahora me da más pena que nunca la muerte de Heath Ledger. ¡Qué jodido actor se ha perdido el mundo! Al contrario de lo que ocurre con Batman, las excentricidades físicas del Joker comunican mucho más que los simples gestos. Sus lametones al aire o sus ruiditos bucales, por no hablar de los bailes y su ya famosísimo ladeamiento de cabeza nos ayudan a entenderle más y nos aleja del falso esperpento que vimos otras veces. Comunica autenticidad por los cuatro costados. Es un cabronazo, y sus acciones van destinadas a la pedagogía más letal: quiere enseñar a otros que significa el caos, y como provocarlo. Y desde luego, muestra las debilidades ajenas como pocos, mientras al mismo tiempo, no enseña las propias. Desde luego, deja a Nicholson a la altura del betún; no por demérito del gran actor que es su predecesor, sino por el enorme talento de Ledger. Incluso logré entender porque hace las cosas el Joker, que le llevó a ello, y eso, cuando hablamos de un monstruo sin entrañas, es mucho decir.

El resto de los actores, en su línea, dando lustre a los dos principales. Destaca, para variar, Gary Oldman por su efectividad -interpreta a quien se le ponga por delante y transmite su personalidad bajo cualquier circunstancia y necesidad- y los ya habituales e indescriptibles por su carrera Michael Caine y Morgan Freeman, aparte del sorprendente Eric Roberts -recuperado para el cine- y Aaron Eckhart. El único actor con el que no me encontré cómodo en bastantes escenas fue Maggie Gyllenhaal: me transmitió muy poco, menos aún que su predecesora, y ya es decir. El personaje de Dos Caras no terminó de llegarme del todo, siempre teniendo en cuenta la perfección del dúo protagonista, a una altura muy alta por encima del resto, pero no está mal ejecutado.

Y sí, esta película está a la altura de las grandes, es impresionante. Más aún porque es una auténtica función coral, incluso los grandes (Bale y Ledger) están al servicio de la trama, y su perfección la eleva aún más. La moralidad subyacente no ahoga la trama, como suele ocurrir en las películas de acción, sino que es el interés presente a lo largo de todo el metraje, con permiso de las espectaculares secuencias que todos podemos ver, y el humor ácido -más que negro- que se adueña por momentos de todo, especialmente gracias al Joker. Consigue algo muy difícil: pese al bombardeo constante de secuencias de acción y densidad argumental, no ahoga del todo al espectador, y lo hace sin utilizar los tan manidos descansos de tensión, en los que en otras películas apenas sucede nada. Aquí se hace de otra forma, nada sobra pero los elementos tienen su función, e incluso de los descansos que no son tales, cogemos aire para seguir hasta el final. La película nos deja con agujetas, pero con la sensación de haberlo dado todo en la carrera.

Sí, Batman ya es otra vez una franquicia de las grandes. Y lo dice alguien que nunca estuvo entusiasmado por este personaje, pero que se rinde ante un proyecto serio y bien hecho. Incluso después de que Ulmo me ilustrase sobre las diferencias con respecto a los cómics, no vi que nada de lo que salió de ellos se malgastase. Estas diferencias están encajadas en la película, sí, pero por alguna razón, y cumplen su función. Las circunstancias cambian, pero su utilidad permanece.

3 comentarios:

Faboo dijo...

Si señor, es un peliculón de los que hay que comaprar en DVD y verlas en V.O.S.

No me podía creer lo de Heath Ledger ¿cómo puede nadie mantener la credibilidad de un personaje como el Joker disfrazándose de enfermera? Ledger es un actorazo.

Jefe Dreyfus dijo...

esperemos que la franquicia no se vaya a tomar por el saco con la misma facilidad y rapidez con la que sucedió la última vez.. o sea que mejor que no la vuelva a pillar el Joel Schumacher de las pelotas..

José Antonio Pamies dijo...

Grandísima! Volvió el jocker y con él todo lo que esperábamos de esta película. Tiene toques muy conseguidos sin perder en fondo ni en acción, están muy bien logrados los diálogos entre el jocker y batman en el cierre de la película. Y la escena de los barcos da para reflexionar, me gusta que la acción y estos temas de fondo se enlacen así de bien.

Ledger se merece un oscar a título póstumo, su actuación es más que brillante, el jocker le absorvió por completo, una actuación suicida...

Un saludo.