martes, octubre 05, 2004

Knopfler Revive

Uno tiende siempre a tener las mismas aficiones, incluso a esperar que su artista favorito, que ha ido de mal en peor durante años, saque algún día un disco que vuelva a dar el pelotazo. Mark Knopfler, ex voz y guitarra de los Dire Straits (me arrodillo y rezo a mis dioses musicales), ha sacado un nuevo disco, llamado coloquialmente Sangría (en realidad su nombre comercial es Shangri-la, pero todos sabemos que a Knopfler le va España y sus bebidas (antes también le iban sus polvetes blancos, ahora es un hombre de mediana edad reconvertido en padre y marido responsable :P)

Pues bien, los Dire Straits asombraron al mundo con su música y crearon legiones de admiradores confesos y convictos, pero cuando se rompió su amor, la banda se disgregó a los cuatro extremos. Algunos nos quedamos huérfanos de padre y madre musicales, pero por suerte o por desgracia, grupos hay a morir, y los CDs y DVDs aún están en las estanterías, así que seguiremos escuchándoles.

Desde entonces, Marquitos no ha parado de parir discos sosetes con alguna canción a su grandioso estilo. Creo que tenía complejo de madre paridora. Quiero decir, le debía resultar tan fácil tener nuevos hijos después de haber tenido partos complicados, con epidural incluida y todo, que se dejó llevar, pariendo como si tal cosa. Algún hijo de los últimos está ahora en prisión, en cadena perpetua, y otro trabaja de anodino funcionario en Hacienda. Pero coño, este último hijo suyo va para presidente del gobierno. O mejor, para futbolista, que ganan más pelas y trabajan aún menos.

Es muy buena, optimista, enérgica, densa,... esta sangría tiene futuro, y supone un cambio de inflexión en la carrera de Er Carvo. Coño, últimamente me va todo bien: hemos echado a Aznar, el Barça va de coña (aunque al final terminará jugando el utillero... se lesionan todos), el Sporting ahí va, mi página va bien, tú lees mi blog, mi novia encuentra curre, en "nada" el nuevo piso arreglado,... y hasta lo más increíble sucede: ¡Knopfler saca un disco Donut!

Ahora sólo falta que me toque la lotería. Sé que pensáis que me estoy volviendo loco, pero creo que son señales de algo que está por venir. Algo gordo. Me niego a creer que todo me esté saliendo tan bien, sino es para que no me toque la quiniela. Yo sé, como agnóstico que soy, que Dios no existe, pero si me tiene que tocar la quiniela, existe hasta la decenca de Aznar, ¡ea!