martes, noviembre 15, 2005

Con la iglesia hemos topado (y la pela)

Vamos a ser claros...

Iglesia y dineroNadie me subvenciona mi piso, ni ninguno de mis otros gastos, porque yo diga que con mi sueldo es imposible que yo me autofinancie. Los obispos han contestado a las declaraciones de la ministra De la Vega, en las que decía que las aportacones a la iglesia tendrían que ir a menos, con un rotundo: "el porcentaje del IRPF que los ciudadanos pueden destinar a la Iglesia católica hace imposible, en la práctica, su autofinanciación".

La iglesia, según afirman, es independiente de los poderes temporales, y su misión en el Mundo no es enriquecer su patrimonio. Pues bien, que comiencen a vivir conforme al credo que aseguran querer mantener. Me da igual que no se mantengan con el dinero que el ESTADO les cede (la famosa casilla), o les subvenciona, o les perdona mediante exenciones fiscales. El estado no tiene porque cederles ni perdonarles nada. Subvencionarles sí, por la labor que hacen en materia social, es decir, la misma que las ONG. Pero nada más...

No soy católico; tras revisar la historia, nuestro pasado reciente y nuestro presente, decidí no creer en ellos. Y como yo, muchos millones de españoles. ¿Alguien quiere razonarme porque mi estado tiene que mantenerles? Y encima tratan de influir en la vida política y social como si fueran los únicos con derecho a presentar su visión de las cosas y los demás fuéramos tristes pecadores condenados al fuego del infierno.

Son los más intolerantes, y encima EXIGEN de nosotros su manutención económica. Parecen el hijo desobediente, que encima de contestar a los padres, exige a gritos su paga semanal. ¿No quieren injerencias del poder civil en su iglesia? Pues no acepten su dinero, y todos tan contentos, finánciense con el dinero de sus acólitos, que existen, y seguro que son generosos en dádivas con la iglesia, como debe ser. Estoy harto de cocinar el pastel de la iglesia, sinceramente.

Y que a los demás españoles nos dejen en paz.

El pastel de la IglesiaMe llama la atención que un país que se declara aconfesional contribuya tan claramente al sostenimiento de una confesión de manera tan parcial, en detrimento de las demás. Y que encima, los representantes de esa confesión pongan el grito en el cielo porque nosotros los españoles pretendamos regirnos por otros parámetos que no sean religiosos, y que encima proteste diciendo que el dinero que TODOS le damos no es suficiente. ¿Hasta dónde llegará esta desfachatez?

Me parece bien que se manifiesten, como españoles tienen todo el derecho, y si me apresuráis, su deber de hacerlo si quieren dar a conocer sus puntos de vista. Pero no tienen el derecho de imponerlo, y de proclamar que "la sociedad en su conjunto exige a Zapatero que no destierre la religión de las aulas". Y mucho menos tienen derecho a mentir, ya que la nueva ley propone que quien no quiera que le instruyan en materia religiosa lo pueda evitar. Pero quien lo quiera, ahi la tendrá para su pleno disfrute. Pero claro, se les acaba el chollo de introducir la costumbre en el alma de los españoles. Los nuevos españoles crecerán sin tener que dar forzosamente religión, algo que difícilmente podrán digerir.

Señores obispos, se les acaba el chollo poco a poco... primero les tocan el matrimonio, luego dan alas a homosexuales y lesbianas, más tarde eliminan la obligatoriedad de la religión en las aulas, están pensando en recortarles el dinero que reciben y del que tanto se quejan... ¡¡este país está gobernado por un demonio ateo!!

Por cierto, aquí os dejo un artículo que he hecho sobre El Exorcismo de Emily Rose, que tiene relación con la iglesia. Ese pater sí que me cae bien, lo confieso... ojalá todos fueran como él :-D