jueves, abril 21, 2005

Habemus Primum

Bueno, no es exactamente primo mío, pero como si lo fuera. Este martes nació un nuevo primo de Sonia (para los despistados, mi novia), todo arrugadico y dormilón. Le costó llegar a este mundo, ya que su madre no podía dar a luz de forma natural y tuvieron que hacerle la cesárea. Sí, un corte vertical en el abdomen... ha de doler. Encima la bajaron a la pobre a las dos de la mañana, y el crío no se decidió a salir hasta las ocho: seguro que se está cómodo ahí y todo... ya le veo con el cubata y la tele de plasma ahí metido.

Se llama Iker, en honor a Iker Casillas, portero del Real Mandril (sí, lo habéis adivinado, soy del Barça xD). El nombre se lo puso su hermano pequeño, Sergio, muy mandrilista y mitómano futbolero. Y los papis no tuvieron más remedio que concederle el capricho. No es un nombre feo tampoco, pero en fin... es curioso el método de elección xD Eso sí, su hermano le quiere con locura... vaya fotos cogiéndole y besándole...

Iker todavía es muy pequeñito y apenas abulta más que el Winnie de Pooh que Sonia le ha regalado (lo sabemos porque tuvimos que utilizar el peluche para que se centrara algo más en la cunita, y se les veía a los dos durmiendo juntos en la misma posición). Tampoco es que se note mucho que está en la habitación, ya que de momento se dedica casi exclusivamente a comer, dormir y peerse (es lo suyo). Un crío inteligente: en lugar de llorar descansa xD

Su madre agradece el detalle, pues a pesar de su evidente felicidad (ha luchado mucho por tenerle) está muy cansada y dolorida: una cesárea no es moco de pavo. Al menos tiene hasta el sábado en el hospital, y contra más esté mejor. No la dejan casi comer todavía (se pasó más de 40 horas sin tomar bocado), pero ya va avanzando.

Iker es, de momento, cabezón y arrugadito, como todos los recién nacidos, pero guapete y con personalidad. Como ya he dicho, es tranquilo, pero no confío mucho en que eso dure, teniendo en cuenta el trasto que tiene como hermano y la multitud de primos que le enseñarán todo tipo de perrerías (Sergio ha declarado que le enseñará todo lo que sabe, ante el sofoco de su Madre: "espero que no le enseñe todo :S"). En fin, a ver como sale xDDD Tiene unas manitas muy pequeñitas y un poco lilas, que se crispan a veces cuando nota algo raro alrededor, o se agita en sueños. Aún conserva algún rastro de sangre coagulada en las pequeñas orejas, que siguen pegadas a la cabeza, por el esfuerzo de la salida. Se parece bastante a su hermano y a su padre, aunque tiene los rasgos menos marcados que su hermano (y espero que otro caracter :P). Sus pies a menudo están sin extenderse, como si quisiera mantener la misma posición que cuando le alojaba su mami. Es fácil cogerle, no se agita mucho ni se molesta porque le hagas mimos. Y ha abierto los ojos varias veces... de momento los tiene entre azules y grises, del mismo color que los tenía yo al poco de nacer (luego se me volvieron verde-amarronados). En fin, una ricura de canijo...

Es la primera vez que veo a un recién nacido con tan poco tiempo, y la primera que acudo al hospital a verle, y la verdad, me ha gustado. Algún día habrá pequeños Mithrands pululando por ahí... mientras tanto, toca mimar a Iker. Con tanta familia, seguro que será el niño más mimado de por aquí.

En fin, ya sabéis, fumata blanca... ¡habemus primum! :-))

lunes, abril 18, 2005

Tortazo que te crió

Esta mañana estoy en plan contemplativo. No tengo nada que hacer en el curro y me he dedicado a poner tres noticias en mi web sobre El Señor de los Anillos de Tolkien, echar un vistacillo a las obras de la página sobre Fantasía y CI-FI que estamos haciendo entre unos coleguillas (Fantasymundo), y chafardear por otros blogs. Desde el blog de mi querida Meliam siempre voy a parar al de Carol B, un blog de una chica un poco pijina pero graciosa, y encima asturiana como yo. Hoy he leído un post donde cuenta su momento más grimoso: el día en que en su empresa se cortó el ojo en horizontal con un plano asesino (si sois sensibles no lo leáis), y me he decidido a contar mis dos tortazos más sonados.

Creo que es más que recomendable ir por orden. El primer tortazo que te crió me lo llevé cuando de crío (tendría unos 13-14 años) estaba en el camping de Cadavedo, una fantástica localidad costera asturiana que sale en prácticamente todas las guías de turismo de mi terruño. Ese día estaba algo cansado de pulular por el camping, así que cogí la bici y me puse a dar vueltas por las localidades cercanas. Le daba bastante caña, así que en poco rato había hecho ya unos cuantos kilómetros, ya estaba un poco cansado. A esas alturas, entre eso y el calor, ya estaba con pocas ganas de darle a las piernas, así que me puse a pasear tranquilamente a poca velocidad por las calles del pueblo.

Iba mirando el paisaje, a la vez que pedaleaba lenta y cadenciosamente, acariciado por la brisa, a unos quince por hora (lo sé porque tenía el cuenta-kilómetros puesto), en un camino de hormigón con algo de gravilla, cuando, al dar una curva, la bici pegó un gran resbalón y toda mi persona humana fue catapultada como una bala hacia delante. No fue una caída inteligente, hay que decirlo. Mi cuerpo, tan listo él, decidió parar el golpe con mi cráneo, y nada menos que contra un muro de piedra asturiana y masilla de las típicas de los pueblos costeros de por aquí. Creo que desde aquel día, mi cerebro no es el mismo, y asimilo peor las cosas (xDD). Quedé inconsciente en el suelo, junto a la bici, muy indemne ella.

Cuando desperté (no sé cuanto tiempo estuve allí tirado) me levanté a trancas y barrancas del suelo sin echarle cuenta a la bici para nada y dirigí mis tambaleantes pasos hacia la casa más próxima. Traspasé la puerta sin llamar ni nada (para sutilezas estaba yo) y de repente oí varios gritos de mujeres al unísono. Ni siquiera me percaté de su presencia, ya que miraba al suelo constantemente. Sólo sé que me tumbaron y me dieron algo de agua. Cuando me quise dar cuenta, estaba en un coche camino del camping, un poco más despierto (supongo que les pude decir quien era y donde coño estaban mis padres, pero no lo recuerdo). El caso es que aún recuerdo la cara de mi madre cuando vió la mía ensangrentada y mis ojos de borrego mirando al infinito. Como es costumbre en ella, comenzó a chillar y a pedirme explicaciones ("hijo, cómo te has hecho esto, porqué no respondes"), mientras que mi padre, más práctico, me cogió no sé como y me metió en el coche, camino del Hospital de Jarrio, donde me dieron unos puntos. El viaje (media hora) me lo pasé en el asiento de atrás, a medias despierto y a medias dormitando tumbado (cosa que me aconsejó mi padre, yo ahora no estoy muy de acuerdo con aquello). Incluso me dió tiempo a ver un accidente con víctimas mortales en la parte izquierda del arcén (sé que estaban fiambres porque los sacaban del coche en ese momento y no se movían ni nada). Creo que en ese momento me dije: "y tú te quejas, capullo, mira a esos".

Claro que cuando estaba en urgencias y me daban los puntos no opinaba lo mismo. Al menos ya estaba más despierto y podía maldecir al enfermero para mis adentros xDD

El siguiente tortazo que te crió lo dejo para el último lugar porque fue el más sonado y el que menos daño me hizo, cosa curiosa. Este nos pasó en coche hará unos dos años. Digo nos pasó porque íbamos mi novia y yo camino a una Mereth (jornadas culturales sobre Tolkien para quien no las conozca) en la sierra de Madrid que organizábamos. Llevábamos todas las cosas en un enooorme Discovery (lo teníamos lleno), cuando a la altura de Alcalá de Henares una furgoneta se nos cruza y nos pegamos el talegazo padre. Sonia se llevó unas pequeñas contusiones y un berrinche por los nervios, mientras que yo salí totalmente ileso y muy tranquilo. Avisamos al padre de Sonia y en unas horas él y un tío suyo se hicieron tooodo el camino Barcelona-Alcalá para socorrernos (siempre les estaremos agradecidísimos por ello). El seguro les proporcionó un coche de vuelta y ellos nos dejaron el que traían, un Ford Escort, en el que tuvimos que meter toooodo lo que llevábamos en el Discovery (imaginad). Por suerte nos ayudaron ellos. Esa noche la pasamos en el albergue de la sierra, en un camastro en el que nos durmimos nada más posar la oreja casi, en medio de dolores y palabras de alivio por lo poco que nos habíamos hecho. Y al día siguiente a llevar el peso de la organización de la Mereth. Aún hoy alucino xD

Desde aquí un recuerdo muy especial al Discovery, que sobrevivió al viaje, nos salvó la vida y ya no está entre nosotros :-)

domingo, abril 17, 2005

Ray Charles

No, no lo habéis adivinado, no os voy a hablar de la película que se estrenó hace no mucho sobre el genial pianista y vocalista norteamericano (de los Estados Juntitos mejor, que México y Canadá también cuentan). Hoy he encontrado a su homólogo blanco, sí como lo leéis :-P

Este domingo a nadie en casa le apetecía coger los cacharros para cocinar la comida, así que cogimos el coche y en un ratito (largo) nos plantamos en el puerto de Sitges. Hacía un día buenísimo, ideal de la muerte para sentarse en una terracita a tomar el sol cual lagarto lechoso y comer un buen platito de marisco.

Os pongo en antecedentes, porque muchos no conoceréis esa zona de la costa catalana. Creo, si no me falla la memoria, que es el sitio de España donde más pijos con pedigree he visto por metro cuadrado. Los restaurantes por esa zona están bastante bien, con marisco fresco, buena cocina en general y un clima estupendo... y por supuesto, con las típicas terracitas cubiertas de loneta donde casi entras sólo con reserva. Hay que comentar que el desfile de coches lujosos es bastante habitual por esa zona, y qué decir de los yates que están amarrados allí.

Nosotros no íbamos con reserva, lógicamente, así que nos tocó comer al lado del local. En mi modesta opinión, allí se come bastante más tranquilo, sin tener que escuchar las conversaciones de los comensales de al lado. Aunque cuando hace viento resulta un poco molesto, pues no hay loneta que lo pare (hoy hacía un pelín de rasquilla si te estabas quieto). Comimos maravillosamente (la nota fue igual de maravillosa), y bebí un poco más de lo debido del fantástico vinillo blanco (Vall Formosa) que nos sirvieron, sobre todo teniendo en cuenta que ya me había bajado por el gaznate tres copas antes de comer nada: estaba un pelín contentillo.

En un momento dado, en la loneta, entre la gente comiendo, hablando y pasándoselo bien, con la pinta más pija que he visto en mi vida (os lo juro por Snoopy y por lo que haga falta, O'Shea), veo a nuestro Ray Charles blanco. Bueno, al principio resultó algo tétrico, algo así como una aparición: vestidito con uniforme pijo, cara blanca lechosa (como la mía en estos momentos), repeinao y con unas enoooorrrrrmes gafas de sol de estas brillantes. Y lo más importante de todo: su terrorífica sonrisa tipo Joker. Pensé que en algún momento se le desencajaría la mandíbula o algo, porque no cerraba la boca ni para evitar a las moscas. Pero no acaba ahí la cosa... resulta que con esa pinta el tío hacía pose Ray Charles: con las manos agarrando los cubiertos, mirando hacia arriba con su sonrisa tipo túnel, y balanceándose hacia un lado y otro como si estuviera en trance. Una cosa es contarlo y otra muy diferente verlo... daba miedo :-O

Por cierto, no fue efecto del vino blanco, porque Sonia también se percató de su fantasmal presencia. Tenía que contarlo... me lo he pensado un rato, no fuérais a tener pesadillas (en el hipotético caso en el que estuviérais aún despiertos y leyendo este vuestro blog, cosa muy improbable xD), pero tenía que hacerlo.



P.D.: Buenísimo el arroz no-caldoso con bogavante... a poco que me esfuerce, y al menos en las horas de las comidas, podría convertirme fácilmente en un pijo más xD

jueves, abril 14, 2005

Se acabó la obra

El viernes día 8 de abril estará para siempre marcado a fuego en mi calendario personal: fue el día en que acabamos por fin las obras de reforma del piso. Cierto es que hubo un momento en que pensamos que nos habíamos pasado con la cantidad de chapucillas que habíamos pedido a la empresa que nos llevó el tema, porque aquello parecía la obra de la Sagrada Familia, que nunca se acaba.

Para comprender en su justa medida la magnitud del temita hay que empezar por el comienzo, como las grandes historias. Allá por el mes de Julio, mi pichurri y yo firmamos nuestra primera hipoteca a 20 años, lo cual en la zona de Barcelona en la que nos encontramos y en esta época de auge del precio del metro cuadrado, es casi un suicidio. Pero bueno, como somos muy echaos p'lante dijimos: ¡venga, que sólo se vive una vez! Dicho y hecho. Quisimos empezar las obras enseguida, más que nada porque queríamos disponer de nuestro propio santuario... pero no pudo ser, ya que no dejaron el piso libre hasta mediados de septiembre (creo que el rechinar de nuestros dientes en el ínterin lo podía oír cualquiera que tuviésemos cerca).

Llegó septiembre y teníamos un piso sucio como si Atila y toda su cohorte de guerreros, mujeres y súdbitos hubiera acampado allí durante años. Y si se me permite hablar en semejantes términos de nuestro nidito de amor: un poco desconchado y viejo. En fin, ya habíamos decidido hacer reforma lo más rápido posible, y viéndome venir la que se nos venía encima, decidí empezar a contactar con empresas de reforma muy a principios de septiembre. Fue un poco surrealista, la verdad, aunque sólo el comienzo de lo que se nos venía encima. Contacté con cinco o seis, creo recordar. Supongo que tienen mucho trabajo, porque tres de ellas me dijeron que tenían la agenda completa hasta bien entrado el 2005 (al menos fueron sinceras), mientras que el resto quedaron en venir para darnos un presupuesto (tomaron nota de la dirección y todo). Cuando el piso quedó libre, tres semanas después, y harto de esperar, contacté con otra empresa de reformas, cuya comercial me respondió que a mediados de octubre podían comenzar las obras, y que durarían dos meses. Textualmente me dijo que "podréis comer los turrones en el piso, jajajaja". Y encima parecía seria y responsable, y el local estaba muy guapo, lleno de muestras que nos pusieron los dientes largos. ¡Tenemos empresa de reformas! Bueno, en realidad es como la frase "tengo piso": mentira, ¡El banco es quien la tiene y tú la pagas!... pues esto lo mismo, tú no "tienes empresa de reformas", ¡Ella te tiene a tí!.

Además, no sólo a mí me parecían serios, sino que además le comentamos al pater de Sonia el tema y nos dijo que les conocía y que trabajaban bien. El presupuesto que nos dieron nos pareció muy bien, así que les dimos el "sí quiero" e ilusionados al 100% comenzamos la obra (bueno, la comenzaron ellos que para eso les pagamos :P)

Al poco de empezar las obras sucede algo increíble. Dos de las empresas con las que había contactado me llaman y me dicen "sé que hace tiempo que nos llamaste, pero si quieres podemos pasar a hacerte el presupuesto"... "Pues mire usted, no, por una simple razón: si tardan más de un mes en venir a hacerme un presupuesto, ¿cuánto coño van a tardar en hacer la obra entera? Mis nietos podrán disfrutar del piso, es evidente, algún día, pero a mí no me va a servir de nada, oiga".

Bueno, después de las risas que me eché con ese episodio surrealista, elegimos materiales, les damos una llave para que accedan sin problemas y lo dejamos todo en sus manos. Bueno, todo no, los pagos sí que los vamos haciendo puntualmente, faltaría más. Las empresas de reforma tienen algo de bancos, todo hay que decirlo :P

El segundo día de obra me llama el presidente de esta nuestra comunidad, y me dice, todo alterado, que el boss de la cuadrilla se ha enfrentado con nada menos que con su mujer. Mi primera reacción quizá es lógica (o no, ya me diréis): me pregunto qué habrá hecho la mujer, que hay cada vecino que... En fin, hablando con el buen hombre (me cae bien ese tipo), me cuenta que acaba de llegar del hospital, que le acaban de operar de un ojo y tal y que no está para asuntos de estos, que mire a ver que hago con los de la obra que como sigan así nos mete una queja al ayuntamiento que nos quedamo finos. Ni que decir tiene que tranquilizo al buen hombre, diciéndole que "esto lo arreglo yo con esta gente, no puede ser que nada más empezar nos metan en problemas con nuestros futuros vecinos, ¡faltaría más! Y ¿qué habían hecho? preguntaréis supongo. Pues nada, cosillas sin importancia: no limpiaban después de cada día lo que ensuciaban, no forraban el ascensor (que de subir materiales se rozaba y quedaba hecho una mierda) y no tenían cuidado con el ruido que hacían. Y encima se enfrentaban a los vecinos en plan chulo de barrio. Hablo urgentemente con la tía responsable de la reforma y le pongo las peras al cuarto: "sí, otras veces han hecho cosas parecidas, no es la primera vez, les pondré finos, no te preocupes, Alejandro". Vale, me medio tranquilizo, dejo pasar un tiempo y días después llamo al presi de la comunidad: ningún problema. Le comento que si hacen algo raro, que me llame urgentemente, que solucionaré lo que surja, que no se preocupe: gente maja, la verdad. Respiro aliviado. Entre tanto, Sonia alucinada, no es para menos: segundo día de obra y casi nos meten un puro con el ayuntamiento.

La obra más o menos fue bien hasta la primera semana de diciembre. Bueno, había días en que no se pasaban por el piso, a veces porque no les salía de la alcachofa de la ducha y a veces porque no tenían según que materiales. Eso sí, para el pago eran de lo más puntuales. Más de una vez pagamos sin que hubieran terminado el trabajo que se suponía debían hacer. Pero bueno, tenían excusas convincentes (a veces :P). En esa fecha faltaban detalles de la cocina y el baño sin terminar y parte del resto de la casa (detallitos en su mayoría). Como iban lentos, decidimos contratar a alguien para pintar, que nos igualó las paredes, pintó y lo dejó bonito muuuy bararito (chanchullete familiar). Y entretanto pasaba el tiempo y los de la reforma a verlas venir, a ver si se acaba sola (creo que alguno se leyó demasiadas veces el cuento en que unas hadas te hacen el trabajo por la noche mientras tú duermes :P).

Eso sí, cobrar querían cobrar, faltaría más. Con varias cosas por terminar, nos sueltan que quieren cobrar el final de la obra, que a ver cuando pagamos... encima la tía nos quiere dar las llaves, como diciendo "bueno, nosotros ya hemos acabado". Una mierda tía, te quedan los cristales de las dos puertas, varios zócalos, rematar los defectos de la obra que han quedado, varias cosas rotas, una ventana torcida,... y por supuesto no pensamos pagar el final de obra hasta no hayáis arreglado todo. Creo que la postura es lógica. Pues no, ellos querían cobrar. Me parece muy bien, pero si yo no trabajo no cobro, señora o señorita, así que si ustedes no trabajan, no cobran (eso pensamos, no se lo dijimos). A todo esto, nos salen con que en el presupuesto no habían puesto el lavavajillas, con lo que nos lo pretenden cobrar aparte (más de 700 euros). Nos reimos por no llorar :P

Llegados a este punto, se junta nuestra lógica previsión con su precaución. Es decir, no pagamos porque no han acabado y ellos no acaban por miedo a no cobrar. Mira que les dijimos: termináis y cobráis. Pues nada. Mes y pico sin tocar nada en el piso. Hasta que, cansados, hablamos con nuestra abogada, que por cierto es una crack. Le comentamos todo el temita y hacemos un escrito comentando que hemos pagado tantas pelas, falta esto por hacer y aquello por pagar y como en unos días no terminen los detalles damos por finalizada nuestra relación con ellos. Nos contestan que sus cuentas son otras, que falta por pagar lo que decimos más el lavavajillas, una parte de la instalación eléctrica y además el IVA. Creo que no me reí más porque no pude xDDDDD

La abogada es un crack, y no se reia porque debe permanecer seria en estos asuntos, sino... "Vamos a ver, no sé si usted lo sabe, y sino es algo que debería saber, señora: un presupuesto hecho a un particular, si no dice nada en contra, lleva IMPLÍCITO el IVA". La otra, que es una gritona consumada y encima gilipollas, se pone a discutir con ella. Nuestra crack la pone en su sitio e implícitamente cede en ese tema. Acordamos hablar más adelante, una vez que la abogada nos comente el resultado de la conversación (no sabía que estaba con ella en el despacho :P)

Dejamos pasar unos días y al ir al piso nos encontramos con una sorpresita: el lavavajillas ha desaparecido, dejando en su lugar un muñón de tubería. Se lo comentamos a la abogada, que se cabrea toa y llama a la tía. Por lo visto, se lo habían llevado en previsión de que no pagáramos. Vamos, como en el colegio: tú me haces esta, yo te hago esta, para quedar en paz. Con la diferencia de que la vida no es un patio de colegio, evidentemente. Abogada crack: "Verás, no sé si estás bien asesorada, sospecho que no, pero por si acaso te informo, lo que acabas de cometer es un robo, algunos vecinos os han visto, así que si no devolvéis el lavavajillas, mis clientes se verán obligados a presentar denuncia en comisaría, porque esto ya dejaría de ser civil y se convertiría en penal, tú verás". Pero la tía, tonta perdida, no se baja del burro, pero eso sí, viendo como está la cosa de peligrosa, se aviene a un acuerdo: irán dos días más tarde a instalar las dos últimas puertas con sus cristales, lo que faltaba, y pagaremos lo que creemos que les debemos, y se acabó.

La tía encima pregunta: "oye, el lavavajillas no lo podemos devolver, os lo tenéis que quedar, a ver qué coño vamos a hacer con él". La abogada crack responde (y este es uno de los episodios favoritos de esta trama policíaca): "tú lo has robado, pues ahora te lo confitas". Jamás había oido tan genial expresión, pero a partir de ahora, entrará en mi vocabulario como término cinco estrellas, os lo juro xDDD Además, la tía quería que pagáramos en la furgoneta antes de subir e instalar nada, la muy caradura, y volvió a preguntar por el IVA. La abogada se descogorciaba.

En fin, el viernes vinieron al piso, subieron las puertas, pagamos y se fueron. Aquí pax y después gloria. El piso es nuestro :)))) (bueno, del banco :P)

El anterior fin de semana lo pasamos en él limpiando, colocando y adecentando la cosa. Ha quedado de lujo, eso sí, hemos elegido muy bien los colores y las texturas, me gusta el ambiente acogedor que tiene, y eso que faltan dos habitaciones por amueblar, pero todo se andará. ¿Y el lavavajillas? pues lo conseguiremos más barato, y puede ser que subvencionado, a ver... pero no corre prisa xD

Lo fundamental ya está: el piso está listo, y ya estamos organizando a los amigos para inaugurarlo en breve tiempo. ¿Os animáis? :-)

martes, abril 12, 2005

Prueba de Amor

Hay gente que se cansa buscando pruebas de que su amorcito les quiere de veras. Comprueban que se acuerden de sus fechas señaladas, que les digan muchas veces "te quiero", "te necesito", "¡amor mío, cómo me pones, ojú!" y similares, que les inviten de vez en cuando a bailar, cenar o ir al cine, que se pongan celosos cuando procede (y a veces cuando no), que se fijen en si han cambiado de peinado, o que les echen un piropo si se cambian de vestido, se acicalan, que se queden mirándose el uno al otro porque sí, que la pasión llene sus vidas a ritmos regulares, que la actividad sexual sea como poco la debida, que estén por ellas o ellos, que se interesen por sus problemas o inquietudes,... etc.

Yo, la verdad, no tengo que cansarme demasiado en hacer esa "lista de la compra". Sólo tengo que echar una ojeada a la factura del móvil de mi novia, y comprobar las veces que me llama al mes por teléfono. El pasado mes de febrero fueron (¡tacháaannn!) un total de ¡70 veces justas!. 70 veces en que mi amorcico me llamó para interesarse por mí (¡a más de dos veces por día!). O me quiere mucho o sufre de verborrea (sólo conmigo). En fin, que estoy seguro de que mi cariñio me quiere tela. Lo que me preocupa de verdad es la disparidad de músculo entre sus brazos, porque como todo el mundo, sólo descuelga el teléfono con uno de los dos. Y eso que no cuento las veces que me llama al curro, que sino las estadísticas se dispararían. En fin, bonita Prueba de Amor xD

¿Vosotros qué tal vais de llamadas del amorcico? :-)

lunes, abril 11, 2005

Knopfler en Barcelona

Ya he subido las Fotos del Concierto de Knopfler en Barcelona


Por fin me he animado a escribir una crónica del concierto del pasado jueves, en el que Mark Knopfler y su banda demostraron toda la música que tienen dentro. Las entradas me las regaló mi novia, Sorsha, por nuestro aniversario, allá por diciembre. Había tenido antes ocasión de conseguir unas magníficas entradas a pie de pista, en inmejorables localidades, pero como andábamos algo escasos de eurillos, decidí comerme las ganas que tenía de ver ar Carvo y tener esos indispensables euros en el bolsillo (hipoteca manda): al fin y al cabo una cosa sólo era una noche, y con la pasta de las entradas teníamos para unas cuantas noches de salidas. Mi encantadora y magnífica novia tomó nota del rechinar de mis dientes y por nuestro aniversario va y se me planta con dos entradas para ver al Maestro (yo le regalé una bonita pulsera en acero y oro). No son a pie de pista, pero francamente, me saben mucho mejor que las otras, qué os voy a contar :P

Desde ese día mantenía unas ganas horribles de ver a Knopfler, eso sí, pensando todo el rato: "no es el mismo, tío, hace años que cambió, no esperes algo grande, no tomes nota de las ausencias, simplemente disfruta con lo que veas". Vamos, me preparaba mentalmente para no decepcionarme. Llegó el mismo jueves y aún no había tomado conciencia de lo que iba a hacer... es más, ni siquiera había pedido una hora libre en el curro para llegar bien al Palau Sant Jordi. Supongo que fue por nerviosismo: cualquiera que viva cerca de Barcelona sabe que, si ha de entrar en la ciudad en coche, ha de tener la lógica previsión de acudir con bastante tiempo de antelación, pues los accesos a según que horas son horribles. Además, no sabía el aforo de la mitad del palau que habilitaron, pero al menos me esperaba a 7.000 personas. Por otra parte, tampoco queríamos aparcar en el St. Jordi, ya que habíamos oído que los días de concierto hay algunos manguis que se dedican a abrir coches. Resolvimos pues aparcar por debajo de Montjuic, más o menos en la zona donde un amigo común tiene un restaurante. Y claro, para no llegar tarde al concierto (empezaba a las 21:30), resolvimos que tenía que salir una hora antes del curro para no tener problemas, es decir, a las 19:00.

Llegamos sin muchos problemas a Barcelona, y a las 19:30 ya estábamos bien aparcaditos en la zona que comento, y más o menos a las ocho menos cuarto en el Palau, al que entramos más que nada porque nuestras localidades eran de asiento, y al menos, ya que por nuestro exceso de precaución teníamos que esperar casi dos horas, al menos que estuviéramos sentaditos. Nos dió tiempo a hacer de todo... incluso fotos, por supuesto, ir un rato al bar a pedir la cena y algo de picar (menudo clavón) y cotillear un poco por el Palau. De paso le enseñé a Sorsha el lugar donde podríamos habernos sentado de haber tenido pelas, la zona que tenía cubierta Spanish City (una lista de correo sobre Knopfler de la que soy parte): en todo el concierto fueron los que más animaron, sobre todo haciendo la ola.

Al poco de empezar el concierto me llama el amigo Herumir, que también había acudido con un coleguilla (y con su novia la grabadora, pedazo piratónnn xD), le comento donde estamos sentados y se viene un rato a hablar. Debió maldecirme muy mucho, ya que al poco le comento: "¿ves esos tíos que están ahí sentados? Son los de Spanish City... atento que creo que cuando el Knopfles toque Walk of Life tirarán papelitos de cofetti." Herumir casi me mata: mira que me había dicho: "Quiero ir al concierto virgen, tío, que nadie me diga nada del setlist, no quiero saber que va a tocar". Eso me lo dijo después de haberle soplado que iba a tocar Telegraph Road, así que imaginad. Creo que no me estranguló allí mismo porque sabía que si lo hacía le detendrían y no podría ver el concierto... salvado :PP

Después de que la Sorri se fuera a su asiento (muy cerca de un tío de Sorsha), me entra aún más nerviosismo (no faltaba nada). Justo antes de empezar eché un vistazo al palau y pensé: “seguro que hay al menos 8.000 personas aquí dentro”. Pues me quedé corto: según la organización, 13.000 personas estuvimos allí para animar ar Carvo. Hay que decir que Knopfler llegó con cierto retraso al escenario, lo que aumentó mis ya de por si acelerados nervios. Antes de eso, algún que otro asistente había subido al escenario, y el personal se dedicó a animarles como si del mismo Knopfler se tratase, así que imaginad el atronador grito que dió el Palau cuando se plantó ante nosotros. Por supuesto, no me quedé atrás, como podéis imaginar. Junto a Knopfler estaban Guy Fletcher (teclados), Richard Bennett (guitarra), Matt Rollings (teclados y acordeón), Glenn Worf (bajo) y Danny Cummings (batería). Rápidamente los músicos tomaron posesión de sus puestos de combate y empezaron a tocar, sin dejar que nos hiciéramos a la idea, directamente. Knopfler comenzó algo espeso, todo hay que decirlo... supongo que uno ha de calentar un poquito antes de dar lo mejor de si mismo.

La tralla comenzó con Why aye man, en la que le noté un poco espesito, incluso el resto de músicos alargaban la cosa para que él entrara al trapo. Más de una vez recuerdo que miró hacia atrás como esperando algo, o comentando algo. Yo al menos me quedé algo sorprendido de ese principio algo vago, pero enseguida comprendí que no podía esperar que fuera Knopfler desde un principio. “Tranquilo, ya se animará, es normal”. La siguiente que tocaron fue Walk of life, y claro, cuando a la gente le tocan la fibra Dire Straits, la gente responde. En esa canción aún le noté algo espesito y lento en la digitalización, pero claro, eso se solapa con la melodía en sí y los gritos de atronadores fans pidiendo guerra, así que no importó mucho. Aún así me gustó, más que nada porque me recordó tiempos mejores que este hombre aún tiene dentro de sí.

El setlist ya se desplegaba ante nosotros, y tal y como me habían comentado los de Madrid y Zaragoza, el repertorio era casi exclusivo de Dire Straits. Al walk le siguieron Romeo and Juliet y el inconmensurable Sultans of swing, que esperaba y temía al mismo tiempo (“¡Que no decepcione, que no decepcione!”). Ahí el respetable se arrodilló ante Knopfler y su strato. Porque este tío, pese a los 13 años de distancia que nos separa de su emblemático grupo, sigue en su onda. Él es Dire Straits. Pedazo toque del sultans: hay que decir que lo clavó sin apenas esfuerzo, fue impresionante, su guitarra se basta sola para llenar todo el auditorio. Reconozco que ahí ya se disiparon todas mis dudas precedentes: “¡Más, quiero más, EXIJO más!”

Y tuve más, mucho más. Además de las que comento, tocó Done with Bonaparte y Song for Sonny Liston muy bien, se notaba que ya había entrado en calor y todo fluía como debía. El calor del público, sobre todo en el repertorio Dire, le animaba a seguir hacia delante. Hasta le dio por imbuirse del espíritu del blues en alguna canción, acompañado por el contrabajo y por Danny Cummings, con un ritmo con mucho acierto. Hasta se permitió el lujo de tomarse un café mientras tocaba con su segundo guitarrista, con lo que imbuía a la escena de cierto intimismo que me gustó. Después, tocó el Speedway to Nazareth, con una explosividad inédita hasta ahora –una de las mejores canciones que ha hecho en mi opinión-, y Rüdiger, una canción intimista y de ritmo complicado que me gusta muchísimo y que Knopfler tocó a las mil maravillas. Apenas se metió con Shangri-la (sólo un par de canciones), y eso que se supone que venía a presentar su último disco, pero poco o nada me importó: iba a ver a Knopfler, no a su disco.

Pronto llegó el momento cumbre de la noche para mí: el Telegraph Road. Esta, por varias razones es mi canción favorita de los Dire Straits. Primero, porque fue la primera que escuché (gracias una vez más a Jose), y segundo por ese aire de melancolía, tristeza y al mismo tiempo la fuerza y la tormenta eléctrica que estallan en la cara del oyente al final. Y Knopfler la clavó. Un tío que ha estado en los tres conciertos de España de la gira 2005 ha comentado que la versión de esta canción de Barcelona fue la mejor de las tres. No lo sé, pero lo que sí puedo asegurar es que a mí me llegó al alma y Markitos supo dar lo mejor de sí. Además, resultó ser la presentación del festival de Dire Straits del final, con exitazos de toda la vida.

Knopfler fue un poco cabrito, hay que comentarlo. El tío hizo un amago de “hemos acabado, hasta otra, tíos, ya nos veremos”, y sin aviso se largó junto con sus músicos. Sorsha comentó más tarde que seguro que fue a cambiarse y a beber algo (de hecho apareció con otra camisa), pero a mí me dio el susto. La gente (yo incluido) empezamos a jalear, a aplaudir, silbar y gritar, queriendo más. Y aparecieron de nuevo al poco, con Brothers in Arms. Imaginad un montón de teléfonos móviles encendidos con sus pantallitas y multitud de mecheros encendidos mientras Knopfler toca esta mítica canción, que habla de paz y concordia. Impresionante, sobre todo por como la tocó, me emocionó, la canté enterita, igual que varias que tocó, y la gente siguiendo también parte de las estrofas. Memorable, de verdad. Siguió atacando al repertorio Dire Straits con Money for Nothing (clavado) y So far Away, para terminar (¡Oh, bendito sea!) con Stargazer y… prepárense… ¡¡Going Home!!, con lo que dió por terminado el concierto (entre un aplauso brutal que duró varios minutos), un ambiente de lujo.

En fin, ha sido realmente impresionante, y aunque eché de menos otras canciones, lo que tocó me llegó al alma y reafirmó mi fe en Er Carvo. Da igual que saque discos normalmente descafeinados (aunque el Sangría está muy bien), da igual que no veamos campañas mediáticas anunciando sus discos. Da lo mismo. Knopfler sigue siendo él, en estado puro, y nosotros estamos ahí para adorarle. No pares nunca :)





P.D.: Tengo fotos y pequeños vídeos que ya os enseñaré, no os preocupéis :)

miércoles, abril 06, 2005

Mark Knopfler

No puedo creer que no se me ocurriera comentar aquí algo tan importante como esto. Creo que desde la Mereth estoy algo p'allá, sino no alcanzo a entenderlo. Bueno, vamos al lío: mañana jueves, en el Palau Sant Jordi, toca mi ídolo musical Mark Knopfler. Sí, el líder de los desaparecidos Dire Straits... los de mi quinta muy probablemente los conoceréis de sobra. Sonia compró entradas hace meses para verle (me las regaló por nuestro aniversario - pedazo sorpresa), así que allí estaremos nosotros cámara en mano disfrutando como enanos.

Hace ya años que este hombre inició su carrera en solitario con álbumes (normalmente) de calidad, aunque exentos de la chispa que le caracterizó cuando estaba con Dire Straits. Su carrera desde entonces inició un peligroso declive, coqueteando últimamente con un abismo del que se empeña en no huir. Este tío es buenísimo, y lo pueden atestiguar los que asistieron a los conciertos de Zaragoza y Madrid de hace pocas fechas, pero se empeña en ser mediocre muchas veces. No parece que se esfuerce... supongo que quien ha ganado pelas y prestigio siente más debe hacer cosas que le motiven y le hagan disfrutar. Si el resto del mundo no está de acuerdo, es su problema. Entiendo su postura, pero preferiría que volviera a ser lo que fue...

Sus fans más acérrimos seguiremos siéndolo hasta el final, aunque a todos nos gustaría conservar algo más de recuerdo que sus fantásticos discos con Dire Straits, sus directos y alguno de sus trabajos en solitario. Muchos querríamos que volviera por sus antiguos fueros, y montase un grupo similar al que tenía montado con DS, y siguiera dando caña con la música que tiene dentro, y no con las cosas descafeinadas que suele hacer ahora.

Al menos es una alegría que Danny Cummings sea el batera en este concierto (no tengo nada contra Chad Cromwell, pero un histórico de DS nunca viene mal xD), y que varios de sus grandes éxitos tengan cabida mañana jueves, en especial el Telegraph Road, la primera canción que escuché de los Dire Straits (siempre estaré agradecido a mi amigo Jose por "presentármelos") y mi favorita de siempre. Por lo visto en Zaragoza y Madrid, Mark Knopfler ha bordado esta canción. No puedo esperar hasta mañana :-))

Para los fans como yo de Mark Knopfler y Dire Straits, os recomiendo una dirección indispensable: Spanish City, donde tendréis las últimas noticias de Mark. Y de paso, podréis leer el Diario de la Gira 2005 de Guy Fletcher (teclista legendario de DS) traducido al castellano.