lunes, enero 02, 2006

Nace 2006 - a ver como nos sale el niño

Esperaba con ganas la fiestecita de nochevieja. Nunca me ha gustado ir a una discoteca o a un lugar demasiado concurrido y vegetar allí hasta que el sueño te venza. Me gusta pasar las últimas horas del año y las primeras del siguiente en compañía de gente a la que aprecio, con tiempo para jugar a lo que sea, hablar, reir, atragantarse,...

El 31 del año pasado (ya estamos en el 2006) se presentaba interesante. Hacia las 12:00 vino a recogerme Sandra para hacer la compra para la cena. Esta vez íbamos a su casa, que por cierto, es mucho más grande que nuestro piso, a celebrar el asunto, y claro, había que aprovisionarse convenientemente. Cenamos cóctel de marisco, pato a la naranja, costillitas de cordero empanadas y mierdecitas navideñas varias, acompañadas de ingente picoteo y algo de cava (llevé también vino, pero al final quedó sin abrir). Al principio íbamos a estar ocho, pero se pasaron tres chicas más tras la una o algo así, y uno se fue... la cosa es que la noche la acabamos diez personas humanas agotadas hacia las nueve de la mañana siguiente. Jugamos a un juego de rol de coña llamado (aproximadamente, no recuerdo el nombre exacto) Munchkin, al Scene-it, al Singstar (yo pasé) y a otras cosas que ya ni recuerdo... me quedé dormido una hora o algo así, junto con mi chucho, que se apuntó a la juerga (hay foto a traición para demostrar ambas cosas).

Me lo pasé bien, para variar, y los sofás eran cómodos, así que no había problema si uno se indisponía o quería estirarse algo. Creo que me dormí mientras el sector femenino (amplia mayoría) cantaba con el Singstar... lo siento, pero soy un muñón cantando; siempre tuve la manía de fijarme en la música, así que las letras normalmente no las recuerdo o lo hago a medias, aunque mi principal defecto para cantar medianamente soportable es mi voz: mis cuerdas vocales desconocen los tonos xD

Hacia las nueve de la mañana aparecimos en casa... cansadísimos, con un sueño brutal pero satisfechos. Hasta la chucha tenía sueño. Pusimos la calefacción en el cuarto y nos dispusimos a planchar la oreja hasta la una y media del mediodía. No durmimos más porque la suegra nos despertó con el teléfono (sí, no tuvimos la precaución de desconectarlo y así nos fue), pero no salimos en todo el día, vegetando convenientemente en casa. Y aún así esta mañana me levanté agotado (he de decir que llevo tiempo así, no sé porque, igual la edad xDDD).

También hicimos el amigo invisible. A cada uno de nosotros le tocó hacer un regalo a otro, y nadie sabía quien le había tocado a los demás. A mí me regaló Carles una púa y unas partituras del segundo disco de Metallica (pobres vecinos) y yo regalé a Sandra un libro de John Grisham: El Rey de los Pleitos (la chica acabó el 2005 su carrera de abogada). A Sonia le tocó un regalo de Imma: una caja de plástico enorme llena de bombones, que aunque no es muy personal, dió en el blanco, y es que mi novia se derrite ante los dulces (por eso me quiere, jojojojo, es broma xD). Estuvo muy bien...

En fin, ya hemos parido otro año, el 2006, a ver como nos sale el niño. Me atrevo a pronosticar que nos saldrá aún mejor que este. Endeudados hasta las cejas, pero felices y contentos... Este año será un segundo más largo, ya que la Tierra gira sobre su eje un poco más lentamente. El último ajuste de este tipo se hizo en 1999, pero la periodicidad natural del año varía cada vez. Pero espero que todo salga bien, no sólo en lo que a nosotros se refiere, sino a todos vosotros y al resto del mundo: ojalá olvidemos las soplapolleces que nos dividen y nos concentremos en aquello que nos une. La cosa está difícil pero no es imposible, se ve cada día.

En fin, espero que, a vuestro modo y manera, os lo hayáis pasado bien y hayáis recargado vuestras pilas para el nuevo año. El 2006 ya está aquí... a disfrutar :-D