sábado, octubre 09, 2004

El engañabobos

Vivimos en la era de la publicidad. Sí, con una buena campaña de marketing puedes vender lo que te dé la gana. Da lo mismo que no sea todo lo saludable que fuera deseable, que sea dañino con el medioambiente o simplemente, que esté mal concebido. Envuélvelo en papel de oro, dale bombo y venderás lo que sea.

El otro día, en el currele, se planteó sustituir la máquina de agua caliente y fría de alquiler por una en propiedad, más chiquita, pero con buena pinta. Ahora nos cobran casi 30 euros por el mantenimiento mensual, más el consumo de agua. Una pasada... así que la jefa vió la maquinita que comento a 75 euros y se le ocurrió cogerla, así ahorraríamos. Buen plan.

Pero claro, no contaba con los publicistas: la nueva raza que heredará el mundo. Deberían cambiar la Biblia: no serán ni los humildes, ni los generosos, ni los vapuleados... no, serán los publicistas. Y seguramente, de entre ellos, el Pueblo Elegido serán los argentinos. Sin duda, se les da bien eso de vender... tienen iniciativa, inventiva y pocos escrúpulos. Pero a lo que íbamos. Además, el que vende la maquinita esta no es argentino, sino portugués.

Ayer nos llegó la maquinita de marras. De entrada, apareció en un paquetito pequeño, que nos hizo preguntarnos si nos habían enviado una máquina de agua o una botella de litro de Fontbella, porque vamos... encima, con ella venía también un ventilador/humidificador, cuyo mecanismo no es más complicado que el de un chupete. Luego me explico.

Abrimos la máquina y enseguida me doy cuenta de un pequeño detalle. La maquinita sólo dispensa agua fría y natural. Sí, dispone de dos grifos, uno azul (agua fría) y otro rojo. Y claro, el color rojo toda la vida se ha empleado para identificar la temperatura ambiente, todo el mundo lo sabe. Y como todos lo damos por supuesto, en la publicidad no comentaba nada del hecho. Cosa normal, no es culpa de los pobrecitos publicistas. ¡Cómo vamos a echarles la culpa! No dejes que una limitación del producto impida venderlo... Mal empezamos: ¿cómo coño hacemos los cafés con eso, lo calentamos a soplidos o lo dejamos al sol?

Bueno... con el estusiasmo al 50% echamos un vistazo al manual listos para instalar la maquinita. Y aquí empieza lo verdaderamente bueno. No os perdáis algunas perlas del manual, que por cierto, venía en castellano y portugués:

"¡ATENCIÓN! Debido a la gran variedad y gama de botellas de agua que existen en el mercado, puede que al colocar algún tipo de botella no salga agua correctamente por falta de absorción de aire. Por esta razón, para solucionarlo, les informamos que deberán colocar una CHAPA DE CERVEZA, UNA MONEDA DE 50 CÉNTIMOS o UNA BOLA DE PAPEL DE ALUMINIO, ETC, bajo la botella (entre el embudo y la botella) a fin de permitir que salga agua debidamente"

Joder, muy higiénico esto. El agua no absorberá nada de una chapa de cerveza ni de una moneda de 50 céntimos. Y claro, no pudieron idear un sistema para la variedad de botellas que existen. Tan sólo funciona con un tipo de boquilla. Muy bonito :P


"No poner en marcha el dispensador cuando el aparato no tenga agua, evitando así dañar la unidad. Primero colocar la garrafa de agua y a continuación colocar el aparato"

Una auténtica maravilla de la ingeniería. No puede detectar la presencia de agua en el interior... ¿quién diseñó esto, Mr. Bean?


"El dispensador no debe ser inclinado de cerca contra la pared o el muro, la distancia debe ser de más de 15cm. Tenga la precaución de no exponer el aparato a la luz del sol"

Joder, sólo les ha faltado decir: "que no coma después de medianoche, o se pondrá malito y comenzará a parir dispensadores de agua malignos, que llegarán a dominar el mundo y sofocar a todas las demás criaturas, especialmente a los dispensadores de alquiler eficientes". ¿Han inventado el DispensadorGremlin?


"Si no va a utilizar el dispensador durante un largo periodo de tiempo, desconectar el cable de la corriente eléctrica"


Puf... creo que me quedo con el agua del grifo, repleta de flúor, calcio y más dura que una barra de hierro, al menos no me electrocutaré. Sabe como el vómito reciclado, pero al menos conservaré la vida.


"Cuando la unidad se quede sin agua, coloquen el botón en posición OFF (parado), ya que sino el motor se podría dañar o quemar"


Bien. No fue Mr. Bean... esto lo diseñó Groucho Marx para hacerle pasar un mal rato a sus hermanos, seguro. ¿Y si lo usamos como carta bomba para el que lo fabricó? Seguro que al llegar a destino explota o empieza a parir dispensadores de agua malignos...


En fin, si alguien piensa pedirlo y lee este blog, que sepa que el model es el 5988, y que sólo con ver la foto su vida y su bolsillo están en peligro. Dicho queda :P

Paso a comentar el mecanismo del maravilloso ventilador humidificador. Éste consiste en un receptáculo con un ventilador dentro, con una pinta más frágil que un flan de huevo, en el que puedes colocar, o un botellín de agua caliente, si deseas aire caliente, o un envase de agua helada, si deseas aire frío. ¿Cuál es el funcionamiento? Se supone que, con el aire frío o caliente que desprendan, poder ventilar una habitación, con el maravilloso ventilador y los efluvios que desprendan los envases. Vamos, tan sólo lo sientes si acercas la cara mucho, mucho, pero mucho a la ranura por donde sale el aire. Sino, como si rezaras a Santa Tecla. Vamos, que podrían usar el dispositivo este para las pruebas de viento de los aviones, no te digo. Encima, cuando se disipe el calor o el frío de los envases, adiós ventilador. Eso sí, al menos no va a pilas, tiene toma de transformador. Porque sino, ya sería el colmo. Sólo le falta una manivela, en serio.

Bendita publicidad...