lunes, noviembre 27, 2006

Resaca post-vacacional

Sí, sé lo que estáis pensando: "¿vacaciones, este se ha vuelto loco?". Pues sí, la semana anterior estuve en Asturias visitando a la familia. No es que llevase mucho tiempo sin verles, como suele ser costumbre, apenas dos meses y pico tras la boda, pero aprovechamos unos días libres que mi mujer (me sigue sonando raro) arrancó a los petardos de su curro. Dos semanas más le quedan a la muy suertuda. Hay que aclarar que son días que le debían, pero no dejan de ser ¡¡tres semanazas libres!! Le vendrán bien para desestresarse, eso sí.

Esta semana en el terruño ha sido agotadora, como suelen serlo las vacaciones. Porque evidentemente, uno no se conforma con vegetar con una capiriña en la mano y sus huesos en una tumbona (en este caso sidrina en la mano y una buena cama como soporte), sino que va y viene a mil sitios para "aprovechar" las vacaciones. Y claro, pasa lo que pasa: uno regresa al hogar y piensa asombrado "¡leches, si vuelvo más cansado!". Suerte que elegimos el sábado para volver, y tras un viaje tranquilísimo pero agotador, tuvimos todo el domingo para hacer el chucho. Incluso nos permitimos el lujo de recoger todo lo que traíamos y colocarlo, y eso en nosotros, es mucho.

Si físicamente uno acusa las vacaciones, mentalmente es otra cosa. Me encuentro fresco. He despachado buena parte del trabajo pendiente en el despacho y me he encontrado con un aviso de correos de otro libro que me envía una de las editoriales con las que colaboramos. Tengo varios pendientes en casa por criticar, pero uno más nunca viene mal xD

En fin, a ver si mi cuerpo descansa un poco y se prepara para las navidades... ya estamos preparándolas, para viariar. La semana que viene cocinaremos para los amiguetes un pollo de corral (iba a decir "pollazo", pero quedaría fatal y muy guarri) que nos hemos traído de casa de mis padres: un bisho enorme criado de forma natural, como antes, sin guarreridas y a su aire paseando por el campo. Su carne no tiene nada que ver con los pollos "cultivados" que solemos comer: es dura, consistente y oscura. Los pollos del Carrefú o del Mercadona se deshacen cuando son cocinados. Estos necesitan horas de cocción, y saben a gloria :-D