martes, enero 10, 2006

¡Ay Mena, ay Mena! (o The Power of Love)

30 años no son tantos, dirán algunos... confieso que creí que en nuestro país ciertas cosas estaban felizmente desterradas, pero no, los fantasmas, por mucho que uno se empeñe en arrinconarlos, vuelven a surgir con el tiempo.

Supongo que ya estaréis enterados. El teniente general José Mena Aguado, "segundo" del ejército en España, realizó unas declaraciones públicas contra el proyecto del Estatut catalán, anunciando que, si el futurible nuevo Estatut vulnerase la constitución, el ejército no tendría más remedio que intervenir para "arreglar" el asunto. No es cosa de risa... este hombre es el segundo en el escalafón del ejército español.

Esto que ha hecho este hombre es una aberración por varias razones.

En primer lugar, en este país los militares están supeditados al poder político, el cual emana directamente del pueblo (en teoría al menos) mediante elecciones periódicas. Es decir, elegimos a los políticos que nos van a gobernar, y ellos ordenan al ejército. Las instituciones militares no pueden, como en otros tiempos, tomarse la justicia por su mano e intervenir en la vida civil, y mucho menos invadiendo otra comunidad autónoma. Si eso sucediera... ¿estaríamos hablando de una democracia?

En segundo lugar, Mena está amenazando a otros compatriotas con una intervención armada, sólamente por una reforma propuesta por los cauces legales que permite la constitución. Otra cosa es que esa propia reforma propuesta vulnere los principios que animan la Constitución... para mí el Estatut que quieren los partidos catalanes (no hablo de los ciudadanos) es anticonstitucional, irreal e insolidario, pero no por eso tengo ganas de pasar por las armas a quienes lo apoyen. Se supone que una democracia es diálogo por encima de todo, y el Teniente General Mena está contraviniendo la propia constitución (puesto que el poder político ha de autorizar una hipotética intervención), y faltando al espíritu dialogante de la misma.

Encima tenemos una oposición empeñada en volver al poder a toda costa. El PP ha justificado por acción y omisión el acto de Mena, y sólo ahora algún representante comienza a distanciarse de esto, conscientes de que esto puede quemarles del todo. Declaraciones de Rajoy: "El Gobierno juega a la ruleta rusa. Estas cosas no pasan porque sí". Encima no se le ocurre otra cosa que exigir al gobierno que explique "qué ha ocurrido para que hayan tenido que hacerse estas declaraciones". Observad el "hayan tenido que hacerse". Esto ya es el colmo. Se les ve el plumero autoritario por todos lados ya, esto clama al cielo. No sólo aprueba la arenga de Mena, sino que además pide explicaciones al gobierno porque un general "ha tenido" que hacerlas. Es decir, el diálogo entre gobierno central y un gobierno autonómico justifica que alguien amenace a una comunidad con intervenir militarmente en su territorio. Menuda alternativa de gobierno tenemos en el PP: ¿no aceptas "barco" como animal acuático? pues te pego un tiro.

Claro que no hay error que los "populares" no sepan enmendar con tiempo... han debido ver claro su error de apreciación y los votos que les puede costar, porque tras días de salirse fuera del tiesto, la siempre ladina Esperanza Aguirre se ha desmarcado de las declaraciones de su "jefe" desautorizando a Mena y condenando sus declaraciones cuasi-golpistas. Si es que lo que importa es lo que importa... a ver si Rajoy la sigue.

Hace mucho tiempo que en este país no se tolera a los golpistas ni a los que les alientan. Los militares como tales no pueden hacer este tipo de pronunciamientos, y mucho menos amenazar con intervenciones. Seamos claros: cuando el diálogo quiere romperse a base de bayonetas mal andamos y mal proyecto alentamos.