viernes, mayo 27, 2005

Títere

No soy mi dueño. Hace tiempo que me siento como una hoja en la superficie de un río, a merced de la corriente. Avanzo, no sé adonde pero avanzo, aunque más bien sería más exacto y sincero decir que me dejo llevar, que me arrastran, que me señalan el camino. No decido la dirección de mis pasos ni el momento en que los doy. Es extraño, ajeno, y no me gusta...

No es una sensación fácil de explicar ni de vivir, y menos aún para mí. Esta situación tiene que ver directamente con lo poco que actualizo este blog que, algunos, en un ejercicio de fe que agradezco, os empeñáis en leer. No tengo tiempo casi ni para respirar (es más, mientras empezaba este post ya me han interrumpido), y apenas casi nada para pensar, cosa que odio mucho más todavía. Desde hace casi dos meses trabajo más horas de las recomendables, en un contínuo stress. Todos los que trabajáis sabéis que de vez en cuando hay épocas de faena intensa, en las que toca sacrificarse, joderse, aguantarse y tirar para adelante. Ese es mi caso, con un agravante que resulta ser también muy crispante: tengo a los jefes en casa.

¿Qué quiere decir eso? Un jefe que convive contigo es lo peor que puedes tener. Si a uno normal ya le cuesta desconectar, asumir que ha pasado a otro mundo una vez que llega a su casa, y amarga a la mujer y a los niños con los problemas diarios, si encima tienen al subordinado en casa, la cosa puede agravarse mucho. Llevo tiempo en que, por regla general, salgo del curro tres cuartos, una hora u hora y pico más tarde de lo normal... y encima cuando "arrivo a casssa" me encuentro con que no dejan de darme el coñazo por los asuntos pendientes. ¡Si más de una vez me han dado ganas de rebuscar en la periferia del cuerpo de mi jefa, para encontrar el cable de alimentación y desconectarla! ¡Desconéctate coñoooo! Porque joder, encima se supone que soy el "subjefe", y se siente en la obligación de comentármelo TODO.

Vale, quienes me conocen saben que no me es fácil desconectar de las cosas pendientes, que les doy cien vueltas, que parece que siempre esté currando,... pero es que he encontrado a alguien peor que yo, y de quien me veo obligado a huir. Joder, si han llegado las doce de la noche y me estaba hablando de cosas del curro, justo cuando estaba yéndome a la cama. ¡Joder, deja de darme el coñazo, si voy a soñar con altas y bajas, en lugar de con tranquilos parajes, con elfitas amistosas (ligeritas de ropa no, que este blog lo lee mi novia :P), con riachuelos relajantes,...!

Por favor... si es que ni comiendo puedo estar tranquilo. Estoy las 24h del curro, digo del día al pie del cañón. Que si he hecho esto, que si he hecho lo otro, que que será lo mejor que hay que hacer aquí, que mira qué ha pasado en este caso, que si tal que si cual. ¡Por favor, quiero algo de relax! Encima el otro día me suelta que sería mejor que, como tenemos tanto curro, nos vayamos al despacho justo después de comer, que así tendremos más tiempo para hacer lo pendiente... luego salir tarde como ahora y así en un tiempo estaríamos al día. Sí hombre... por supuesto, no tengo nada más que hacer en todo el día que currar, mira tú.

Y encima lo que más me jode... el fin de semana es ideal para salir, relajarse, tomar algo, ir al cine... pero no tengo la más mínima gana de hacerlo (y eso que tenía plan) porque estoy mental y físicamente agotado. Hay que joderse. Milagro que no me ha dicho como otras veces "vamos un ratito el fin de semana" al curro... al parecer, dadas mis negativas (aunque he tenido que tragar alguna vez) esa idea ya se le ha quitado de la mente.

Lo único que me relaja es la nueva web que hemos sacado de cine, literatura, videojuegos, comics y rol, todo orientado a la fantasía y a la ciencia ficción, aunque no descartamos nada: Fantasymundo.com. Si podéis pasaros un ratito aunque sea para comentar si os gusta. Me relaja mucho poner mis aportaciones por ahí, mejorar la web por dentro, hablar sobre proyectos... la verdad, eso me da la vida. Eso y mi novia, claro. Sino, ahora mismo ya estaría en el frenopático mirando al vacío mientras grito "¡El enchufe, el enchufe, que le quiten el enchufeeeeee!"