Dice mi novia que yo, aunque parezca otra cosa desde fuera, de serio no tengo un pelo, y aunque pelo tengo ya poco, de serio tengo aún menos. Quien me conozca un poco sabe que no hago más que parir chorradas, que muchas veces estoy de guasa (sí, mis coñas son pelín raras a veces, pero yo soy así xD) y que me río más de mí mismo que de otros. Y sobre todo, soy pelín irreverente... en fin, soy como me da la gana, al fin como me parieron, y no como me condicionaron a ser.
Pero hay algunas cosas que consideraba perdidas para siempre, y que poco a poco, atónito, voy recuperando. El otro día os conté que mi novia me regaló una guitarra, que podéis ver en un post cercano, y estaba como un niño con zapatos nuevos... me sorprendí a mí mismo mucho, pero ayer volví a tener la misma sensación. Los suegros nos han regalado una pedacho cámara digital, que podéis ver en toda su magnificencia pulsando sobre la imagen
. Es una Nikon D50, una semiréflex digital estupenda con un montón de especificaciones (los que sepan algo del tema pueden echarle un vistazo mucho más completo en este artículo, donde pone todo lo que la niña esta sabe hacer. Es más, la hemos estado probando un poco y... ¡hasta me saca guapo en las fotos!, yo que siempre he salido de pena en casi todas las instantáneas que me sacan (la fotogenia no es uno de mis dones precisamente).En fin... mi parte de niño saliendo a la luz.
