martes, septiembre 20, 2005

Jacuzzi

Por fin el acontecimiento del verano, lo más esperado: tenemos agua caliente. El otro día vino el tío de Sonia y revisó el calentador (un buen Yunkers). Resulta que los tíos de la obra no habían cambiado los chiclés para su uso con gas natural, y el calentador seguía creyendo que teníamos butano. Mis horas me llevó intentando convencerle de que no, que lo nuestro no era el butano, sino el gas natural, pero como quien oye llover, el puñetero calentador no se movió de sus trece. En fin, ya tampoco es cuestión de reclamar a los garrulos de la reforma, tras meses de la obra, pero era para llamarles varias cosas bonitas. Al menos he aprendido a desmontar un calentador de agua...

Pero en fin, uno no tenía ganas de jaleo y lo único que pretendía mi persona personal era disfrutar del agua caliente. Obviamente, lo primero que hice fue... un jacuzzi, por supuesto. Para quien no lo sepa, disponer de un jacuzzi casero no es tan difícil como el común de los mortales cree. Tan sólo hay que disponer de una bañera, una buena presión de agua y un poco de sutil manejo de la alcachofa de la ducha... Tras más de dos semanas duchándome con agua fría todas las mañanas, llené totalmente la bañera de agua caliente, un poco de espumita y me sumergí, más agusto que Nessi en su lago irlandés favorito, sólo me faltó echar unos largos; lástima que las dimensiones de la bañera no lo permitan. Ahí estuve hasta que las yemas de los dedos semejaban las de un hombre de ochenta o noventa años y el agua empezaba a enfriarse un poco. Entonces pensé (ahora no estoy muy seguro, más bien no) que aquello era mejor que el sexo. Y es que tenía muchas ganas, lo agusto que me quedé, si fumase aquel hubiera sido el momento ideal de hacerlo...

Ya he exorcizado los fantasmas del resfriado (creo) y todas las mañanitas me ducho como corresponde, sin tener que cantar desaforadamente para aguantar el agua a temperatura ambiente (fría en las primeras horas del día). Y algún fin de semana me daré el gustito de bañarme con calma y dedicación, no demasiado tampoco, puesto que no hay que dilapidar el agua en baños de espuma, que este país es de secano.

En otro orden de cosas, este fin de semana vinieron a comer los padres de mi novia y sus cuatro abuelos. Fue bastante bien, entre risas y demás, aunque en una de estas se pusieron todos un poco serios como si hubieran respondido a una orden secreta y empezaron a interrogarnos sobre el tema bodorrio y churumbeles. En fin, bastante penoso... sobre todo porque no es la primera vez que lo hacen y ya huele un poquito, pero en fin, les comprendo en parte.

Pero bueno, a mí me da un poco igual todo, lo importante es que tengo agua caliente ^^