Hay días que casan con una canción, como la sangría o la clara de cerveza forjan cada año matrimonio bien avenido con el veranito. Leyendo esta mañana este artículo en El País en relación a los tejemanejes de Esperancita Aguirre en la sanidad madrileña, me vino a la mente esta canción de Carlos Cano, que surge en mi cerebro cada vez que los lameculos consiguen el poder y lo ejercen con mano de hierro. La cancioncilla de marras, que no he encontrado en internet (una lástima, cortita y certera), es uno de los cortes de su disco en directo "Algo especial". Sí, escucho de todo, ¿pasa algo? xDY de postre, mi primer relato publicado, como no, en Fantasymundo, como ambientación para el rol en vivo de la Mereth de agosto :-)
Ah, podéis despellejarme xD
"La metamorfosis", de Carlos Cano (Disco: Algo especial)
"¿Dónde va ese muchacho con el triunfo en la cara subiendo como un gamo la invisible montaña?
¿Qué gloria se reparte? ¿Qué será lo que dan, que hace perder el culo? Señor, ¡qué barbaridad!
¿Y ese chico de barba? De todo se ha olvidado, tiró por la ventana los sueños del pasado.
El mismo que decía: ¡compañero a luchar! en la gastronomía encontró su ideal.
¿Qué queda de aquel tiempo? ¿Qué fue de la ilusión? ¿Dónde está la esperanza de nuestra generación?
Entera a su servicio. No hay problema zeñó, para lo que usted guste, dispuesta, en posición.
Tiempo de los enanos, de los liliputienses, de títeres, caretas, de horteras y parientes,
de la metamorfosis y la mediocridad que de birlibirloque te saca una autoridad."
